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CLAUDIA VACA: Poesía Actual de Bolivia

CLAUDIA VACA (Bolivia, 1984) Licenciada en Filología Hispánica (UAGRM) Publicó el poemario Versos de Agua (2008), ha participado en las antologías: Breve poesía desde Santa Cruz (2009), Como vuelan las mariposas

Gladys Mendía 7 años ago 169
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CLAUDIA VACA (Bolivia, 1984) Licenciada en Filología Hispánica (UAGRM) Publicó el poemario Versos de Agua (2008), ha participado en las antologías: Breve poesía desde Santa Cruz (2009), Como vuelan las mariposas (2013), la novela Diálogos del silencio (2017) y tiene inédito un ensayo sobre Gestión Cultural y educativa en los Barrios de Santa Cruz del 2006 al 2016. Ha desarrollado conferencias en Bolivia, Sao Paulo, Montevideo, Buenos Aires sobre gestión cultural, literatura y escritura creativa, memoria histórica desde la memoria del ciudadano, museología didáctica y educación cultural.

 

Selección por Gladys Mendía

 

EN LA ORILLA

 

Con el turbión del otoño

en la naciente del río,

suelto…

la palidez de mi infancia,

el naufragio del poder,

el crimen de mi llegada

en el vientre de mi madre.

 

Me despojo sin tapujos,

me visto con mi propia piel,

nado hacia mis propias aguas.

 

Llego a la otra orilla

para inventar el regreso al mundo

después de mi desaparición,

para reunirdos y más memorias,

ponerle pruebas al infinito

y ver si resiste.

 

 

Vuelo después del duelo

 

A Emma

 

Un big bang explotó cual remolino acuático en mi entrecejo

derritió las voces selladas

por el instante súbdito que te arrancó de nuestras vidas.

 

Un big bang explotó

en versos el retorno del ciervo y la fábula sumergida

en la fuente amada

en tus ojitos de sésamo.

 

Un big bang navega el mar muerto

de donde vienen los cantos

suelta la voz secreta en la quietud de la esfinge

y ni así lo comprendemos…

hay secretos con los que ciertas ausencias

no saben lidiar;

se devuelven hacia adentro por la garganta inflamada de silencio

con agua guardada para nadar en ella la voluntad

de construir una nueva barca

ante el diluvio del duelo,

para aguardar junto a Caronte

la comprensión de lo etéreo transcurrido en oración.

 

En este big bang aguavientado

reventando la cordura,

en sus orillas de hielo

bañas tu hermosura poEMMA de nuestras vidas,

nos regalas la melodía de tu presencia en versos

atravesando el desconcierto de tu partida

y haces contundente

una poética de fábulas y ciervos alumbrados por el tiempo.

 

Un big bang en este espacio vacío,

machetea el río del duelo

para no dejarle cicatrices al alma

cuando se deja el cuerpo en la armonía de estas olas pacíficas sin pacífico

rozando la cueva del minotauro en el sueño con la luna en Petra;

presta a alzar vuelo después del duelo.

 

 

Marea de ánforas

 

No tengo miedos ni partido que me coarte la libertad.

Decido entonces:

Desfragmentar el ruido de tu autoridad

en el gemido de tu desidentidad

donde difuntos sublevados se llenan de polvo.

donde humanos sedientos trastocan el tiempo

donde culpables inocentes exhalan humaredas.

No tengo miedos ni partido que me coarte la libertad.

Decido entonces:

Apaciguar la sangre que galopa entre mis venas

y con aceite de poesía, aquí estoy:

Como simple ciudadana

entre los frutos del árbol Dictadura

pintado de Democracia

cuyo voto se dibuja en las ánforas

con forma de estómagos provocados por el hambre;

y sus resultados se expresan en el órgano que gime

cuando alcanza su victoria y decide festejar entre la hierba narcótica:

Imponiendo leyes con su capital socialista

en su socialismo capitalista.

Con aceite de poesía aquí estoy,

Como simple ciudadana

entre estas verdades diluidas en mi memoria.

Aquí estas:

con el capital negro y verde que te financia:

el que pisaste otrora,

cuando fuiste cocalero.

Aquí estas:

Con tu escudo Democracia

En tu hueco Ánfora

En tu verde marea ennegrecida.

 

 

CEGUERA

 

La prisa de mis sueños

encegueció mis días.

Hasta que vino el trueno

a callar mi ansiedad

diciéndome,

“deja ya de batir tus alas

junto a esa luz que no ilumina,

deja ya tu ansioso aleteo,

déjate oruga,

camina sobre tus ancestrales hojas,

déjate mojar por la lluvia,

disfruta la sordera

de tu inquieto espíritu”.

“Agudiza tus sentidos

con estos vientos de otoño,

porque en la primavera de tu vuelo

tu memoria habrá olvidado

estas mudanzas”.

 

 

CASA-AGUA

 

Antes de nacer, se lo dije:

“No confío en la aurora

ni en la existencia lanzada a cuatro vientos

para auscultar la verdad”.

 

Ahora ya nacida, le digo:

“Confío en su boca que alimenta

y en su exixtencia perfumada de valor”.

 

Ahora ya nacida le pido

que juntas volquemos

la alquimia desolada de su parto,

arranquemos de su cuerpo aquellas manos,

forjemos la aurora

de su nacimiento

en mi propio parto.

 

 

DESPERTAR

 

Orillando el silencio explotó la palabra.

allí abracé mi alimento

para llegar a la puerta de diálogo;

aunque las llaves oxidadas

quisieron impedir mi entrada,

recordé que había un aroma de poesía en mi memoria;

y zambullí mi samotracia cabeza

en la casa-agua

que resultó ser mi aliento.