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AURORA REVÓLVER: Poesía Actual Española

AURORA REVÓLVER (Huelva, España 1996). Potro desbocao que no sabe dónde va. Estudió Periodismo en la Universidad de Sevilla porque su primer novio fue Tintín. Escribe poesía porque de pequeña

Gladys Mendía 5 años ago 52
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aurora

AURORA REVÓLVER (Huelva, España 1996). Potro desbocao que no sabe dónde va. Estudió Periodismo en la Universidad de Sevilla porque su primer novio fue Tintín. Escribe poesía porque de pequeña le regalaron un libro de animales de Gloria Fuertes con radiocassette y todo, y desde entonces ha participado en varios festivales, encuentros y publicaciones. En 2016 publicó su primer libro con la Editorial Versátiles. Desde 2017 pertenece al colectivo de poesía anarcofeminista Herederas de Salem con las que organiza aquelarres poéticos donde les llamen. Colabora con distintas revistas culturales. Se le ha antojado estar detrás de una cámara. Forma parte del colectivo de cine feminista Hyksos. Su único gran sueño es que explosione por fin la revolución del ojo y la boca.

 

Selección por Gladys Mendía de DE CONTRABANDO, Editorial Ultramarina, 2019.

 

 

LA ACABARÉ SEDUCIENDO

Menos mal que se ha ido el sol;
tiene colmillos
y me quiere morder.
La vida no vale como sustancia
estupefaciente. Empieza a volver ese malestar.
¿Dónde está la felicidad extrema?
Ya no me sale decirte que todo está yendo bien
que te estoy ganando al juego de sobrevivir
como si se pudiese olvidar.
‘’Fucking Lesbians!’’ grita una chica desde la barra.
Yo asiento

y frente a la puerta
maldigo esta vida
de pez tropical
que nada en vasos de cerveza vacíos.
Ella no sabe que vivo,
que lucho
para que llegue el momento
en el que me mire
y me tiemble hasta el nombre
y se desprendan de la tierra
todas mis raíces.
Harta de vivir dudando entre ser o estar
y al final sólo pareciendo.
Hoy sé que lo mejor aún no ha llegado,
que sólo yo puedo resurgir
fuera de los círculos impuestos.
Sé que veré revivir en nuestras manos
a las admiradas leyendas muertas
de mi generación tremendamente triste
y vulnerable.
Las acabaré seduciendo a todas
a todas mis raíces
las acabaré seduciendo.

 

 

BARBARELLA

He visto a Barbarella pasear por la Alameda
sin casco ni ropa de astronauta
a las once de la noche
de un martes demasiado humano
saltando los muros
pidiendo más cerveza
revolviéndose entre defectos de fábricas y autómatas exigiendo volver a
crearnos con las manos a mancharnos las vértebras
a romper los engranajes de nuestras obsoletas
máquinas del Nacimiento.
Explotando su sudor en el universo
para que yo encuentre la órbita a seguir.

 

 

PRIMERAS CITAS: RITA HAYWORTH

Recuerdo el día que me encontré a Rita Hayworth
en la puerta del City.
Tenía el pelo aprisionado en un recogido
pero algunos mechones se le escapaban y se esparcían por su cara. Fumaba uno de
esos cigarrillos largos

con nombre de revista de moda. Iba a cambiarme de acera
para no tener que pasar a su lado pero tenía los ojos vidriosos

y ya sabéis que soy muy vulnerable.
Después me di cuenta de que sólo quería que alguien le invitara a una copa.
Entramos y bebimos en silencio.
Ella limpió el borde de su vaso
más de 50 veces antes de darle el primer trago. Mientras, Orson Welles nos
espiaba desde la
ventana con unos prismáticos para hacerse notar arañando el cristal
empañándolo con el vaho de sus suspiros.
El silencio se rompía cuando ella comentaba lo
dura que es la vida en Hollywood.
Yo a cambio le hablaba de lo aburrida que es la vida en Huelva.
Miraba el futbolín;
quería proponerle jugar
pero sabía que ella diría que no
Joder. Katherine Hepburn.
Ella sí que hubiera aceptado.

 

 

*

Me han salido rayos láseres en los ojos
para besarte en lo soberbio de la vida
pero no tengo labios
y prefiero marcharme a algún lugar
que aún no he tenido tiempo de crear
pero al que tú ya has llegado.
Y vuelvo a la realidad
a arrastrarme por los suelos de los bares
entre colillas y cristales rotos
con sabor a ron cola.
Tengo suerte de que a veces sea contigo
y que encuentres la puerta en el techo
y que esperes para abrirla
a que yo siga mi empeño de buscar ventanas.
Me enseñas las tuercas de tus espaldas
y a mí me nacen tornillos metálicos de los pezones.
Tómalos
y pon derechas mis sillas
mis mesas
mis coches de juguete
y los dinosaurios de cartón.
Haz que mis persianas no vuelvan a caerse nunca
y si lo hacen

que sea con un golpe violento
que me corte los dedos
cuando no esté atenta.

 

 

*

Déjame ser quien encienda las farolas de tu calle.
No tengo horario que me aleje de tocarte los párpados
al menos ahora que sueñas cuerpos muertos y libélulas.
Déjame ser el pendiente que nos llora y que nos
honra cuando intento quemarle el fuego al tiempo y no vuelve
porque pesa.

Asumiré mi sangre
los premios de fandango infantil
que no quieran casarse las chicas de la puerta
que desciendo a veces con las hiperactivos a los botes de
barro para comer un par de veces.

Asumiré
el tambor africano
el diente de dragón
tener la sensación de haberme parido a mí misma
y que el llanto continúe.
El mamut que mi familia heredó para las horas de sueño.
La nostalgia que me recorre cuando te pones la ropa de
ayer y caminas despacio a la cocina. La prodigiosa
memoria del olvido.
Andar por esta calle en silencio de espaldas a ti
para que se crucen los cables de los porterillos y suene la
radio Carrusel Deportivo.

Que la cópula más macabra no es la que multiplica los
seres sino la que expande la vida.

Dejemos de asustar
a lo que no sostiene
con nuestro sueño inalcanzable de perdernos.

 

 

*

El tacto de tu mano en mi pecho
se parece a este poema
rompe la noche
quiebra los días
como si la sorpresa
tuviese un disfraz menos violento
con cada cambio de luz.

No los miro por
no hacerlos evidentes
como si pudiesen existir
sin que yo tendiese a ellos.

Tienen los dos forma de resistencia a los días que tiro
soñando chicas francesas
orfanatos
películas.
Un barrio latino
donde negociar el precio de la fruta
que sólo existe en mi mente.

El tacto de tu mano en mi pecho
se parece a este poema
no porque sepa que el papel se construye con la inercia
acumulada ni cómo va a responder mi cuerpo a la postura de
tus dedos que ahora van a otro ritmo.

Sino porque ambos son la piel dura del universo
el trozo de metraje que resiste al fuego del odio
donde puedes ver a una mujer que da de comer
a su hija
y a los cerdos.

Son yo
las mil formas que soy yo.
Yo reconocida en estas correspondencias
soy tu mano
el camino hacia el poema
hoja en blanco
roce
y sólo me ha separado de todo
la máscara asfixiante de la rabia.

 

 

CLARA DE NOCHE

Al Colectivo de Prostitutas. Todas las
mujeres, todos los derechos, todos los días.

 

Escondida en las revistas antiguas
en los cajones de mi hermano.
La dibujaron con trazos muy oscuros
y definidos, siempre con un vestido negro y
brillante, esperando en las esquinas de Madrid.
Descubrió la muerte en la cama;
uno de sus clientes habituales no pudo más
y se quedo frío en sus brazos.
Clara de día.
Mil y una formas de belleza serena.
Un caleidoscopio albino.
Es Anna Karina y anda como baila
como si estuviese a apunto de robar un banco.
Descubrió la muerte en la ducha
en los senos peludos
de María, la Virgen.
Se reúnen cada atardecer
para abrazarse bajo la misma farola
y olvidar que han caminado
totalmente desnudas
hasta el final de la vida.

 

 

LIKE A VIRGIN

“…Touched for the very first time”
Madonna.

 

Siempre que pienso en ti
un corrupto himen de hierro me crece en la vagina
y sangro
no por dentro
ni por fuera
sino en el universo.
Sangro
como petardos en mayo
frente a cruces llenas de flores
y niñas vestidas de lunares.
Pisaré con mis pies ennegrecidos
las orgullosas lágrimas de sus padres
y sus cráneos binarios.
Les enseñaré por fin el verdadero tacto del pecado
si tú vuelves a atravesar las barreras.