YEGUA TIRAMIERDA
Cuando pienso en libertad,
Pienso en Isla, mi yegua,
Y pienso en una fotografía de mi abuela,
Bellísima a sus 17 años,
De esos días ella recuerda,
Que un hombre la llamó yegua tiramierda.
Y pienso en la libertad como la belleza,
Presta a arder, a ser incinerada,
Atacada por todos sus fuertes.
Yegua tiramierda,
Es sinónimo de una mujer paciente,
Presta a dejarse pasar por el tiempo.
Comparto con las mujeres de mi familia,
La fascinación por no querer comprender el tiempo,
Mamá teje, como Penélope,
Con el fin único de esperar,
Mi hermana religiosa mide el tiempo por la experiencia,
Mi abuela tiene una eternidad triste en el pecho.
Isla, la yegua, tiene años que no se deja montar,
Nadie pondrá un reloj en el bonito rombo de su frente,
Andar una, dos, siete horas,
Con el tiempo de la humanidad tatuado en el entrecejo,
Es vivir muriendo.
Domar a la belleza,
Reducir la existencia a pastar pensando en el horizonte,
Sin pensar en sí misma,
Con una silla en la espalda,
El cuerpo de un hombre arqueándola bajo su peso,
Con un brazo torciéndole el cuello,
Y una sombra ajena, haciendo mas grande su sombra.
La libertad, es un golem que transcribe a capricho,
Las palabras que ponen en su boca.
Yegua tiramierda,
Es aceptar ser el blanco de la mierda de otros,
Es mi abuela, es mi madre,
Y soy yo, y mis primas,
Y es Isla, que es de ella,
Que no es mía.
SARA EMANUEL VILORIA (Maracaibo, Venezuela 1990) Licenciatura en artes plásticas en la Universidad Centroocidental Lisandro Alvarado. Comienza y desarrolla una investigación minuciosa en el plano bidimensional con el dibujo conceptual e ilustrativo y la acuarela. Incursiona además en el dibujo digital. Relaciona su propuesta plástica con escritos propios, sumando el dibujo a la narrativa y la poesía, elemento distintivo en sus obras, en las que escribe para “sanar” la herida del lienzo.