RAMÓN COLMENAREZ (Carora, Venezuela 1992). Participante del taller de poesía de la Casa de Letras Andrés Bello, ha colaborado con ciertas páginas y publicaciones en la internet (Tenían 20 años y estaban locos, Ciudad esqueleto, Por qué tiemblan, Canibalismos, POESIA, entre otros). Mención Honorífica en el I concurso nacional de poesía joven Rafael Cadenas (Venezuela, 2016). Ha sido publicado en Doce con Doce: Antología de la novísima literatura larense (Venezuela, 2015), Anónimos 2.3 (España, 2015), antología del I concurso nacional de poesía joven Rafael Cadenas (Venezuela, 2016).
Anti-ciudad
Hemos devorado el centro de las cosas
con un hambre de siglos
me pregunto
a cada momento
por el cálido fin de las ciudades
la tristeza que se elevará
ya la sentimos
poblando cada esquina
arrastrando el humo
Flotamos en el vacío
no pertenecemos más a una tierra
nada es nuestro
desheredamos el mundo
nos resulta extraño
el abrazo
la risa
el beso
y pronto
nos declaramos leales
a la infamia.
De noche todo es lejos
Quedarán
las calles
quedarán las casas
quedarán los cerros
a merced del viento
De noche todo es tarde
Camino una ciudad distinta
igual de oscura
pero en calma
Ciudad de autos nuevos
y años reposando
como el agua en la tinaja
Luego
me adentro al
desorden
y tengo que hacer
del miedo
silencio
una caminata larga
me devuelve al
desamparo.
Alguien más sonríe
Y eso me basta.
Historias de amor en el fin del mundo
Me preguntaste qué pasaba
y yo no dije que estábamos en el programa de la muerte
sino que íbamos a iniciar un viaje
Roberto Bolaño
¿Escuchaste las bombas caer sobre el África negra?
¿El correr de la sangre?
Yo sostuve tu mano
mientras los niños se quemaban
yo sostuve tu mano mientras el llanto nos convertía en miseria
Escuchaste las balas viento frío bajo la luna
el monte volverse hogar
¿lo escuchaste?
Yo sostuve tu mano
mientras caían
uno a uno por sus sueños
Sudamérica libre
Escuchaste cuando llamaba
al otro lado de la calle
y mientras me mirabas
como a un noticiero
decidiste
no formar parte de esta guerra.
Efemérides
La maestra busca
en la computadora
información sobre el
escudo
nacional
1836
una fecha queda
en el aire
como bandera
la maestra cansada
anota
los datos curiosos
1836
pesa sobre el cuerpo
la información
será olvidada
por los alumnos
el 19 de abril de cada año.
Hay que encender las velas
y apagar los pensamientos
puedo pensar en tu nombre
saber que la felicidad es posible
He cerrado los ojos
para dejar huir los pensamientos
como olas que se retiran para siempre
De rodillas comprendo la importancia
de la luz
para intentar el camino.
Dejo escapar sombras
cuando todo se vuelve
una misma oscuridad.
Por mi culpa, el perdón es otra excusa.