
Georgina Ramírez, nació en Caracas, Venezuela, en el año 1972. Actualmente reside en Santiago de Chile. Creadora y directora del movimiento cultural y Editorial LA PARADA POÉTICA. Sus poemas han sido publicados en las antologías poéticas: El Ojo Errante (Venezuela); La Mujer Rota (México); La voz de la ciudad (Venezuela); Miradas y palabras sobre Caracas, para bien o para mal (Venezuela); Arte Poética (Argentina); Cien mujeres contra la violencia de género (Venezuela); 102 Poetas Jamming (Venezuela); Aquel invierno que gritamos (España); Antología de Literatura Erótica Artesanía de la Piel (España); El puente es la palabra (Venezuela); La Mujer Rota (República Dominicana); Fragua de Preces (España); Una Cicatriz Donde Se Escriben Despedidas (Chile); A Scar Where Goodbyes Are Written (EE.UU). Autora de: Piel de Durazno (plaquette de poesía) Taller Editorial El pez soluble, 2010; Lo que calla la noche, Ediciones del movimiento, 2015; Daño oculto, Oscar Todtmann editores, 2015; Postales de Georgia, LP5 Editoria, 2022 (Esta obra contó con la beca de creación del Fondo del Libro y la Lectura el año 2020) ; Lo que calla la noche y otros poemas breves, La Parada Poética ediciones, 2022; Los gestos de mi madre (en edición), (Esta obra contó con la beca de creación del Fondo del Libro y la Lectura el año 2024).
VASTEDAD
Me hago ceniza entre tus manos
etérea
vulnerable
y tú aún
me presientes
infinita
MANTIS
Se abre la pierna para fracturar el mundo
Y la boca
que en vano intenta desviarse
se enreda
Un caudal en ráfaga
hace estragos
los olores arañan
la lengua devora todo resto
cae rendida ante el follaje
perece
Hay presas que merecen ser mordidas
SOLSTICIO
Silente
te escondes
detrás de mi cuerpo
Alma de niña
juega sin miedo
El viento
se ha ido
EL VIAJE QUE HABITO
He sido extranjera en todas mis playas
Aún vacía de sal
sigue el mar dentro
de qué me sirven las olas
entonces
de qué la orilla
si el naufragio me habita
cuando no tengo cuerpo para ancla
UNA MUJER LLAMADA ALEJANDRÍA
Hija de Eros
entregas la sapiencia de tu sexo
el talle ecuménico
despiertas los sueños nómadas de Alejandro
quien sostiene la espada erguida
mientras derrama el Nilo en tus entrañas
Diosa hermanada con la ciencia y con el vicio
santuario añoso de placeres
En ti es librada la batalla
La apetencia del fuego que intenta devastarte
apenas calienta tu contorno
ni aún la tierra bajo tus pies temblando
logra apostarte de rodillas
Invicta remozas el legado
y te gestas.
MI PRIMERA CANA
La primera vez que di de comer a mi madre
llovieron siglos sobre mí
el rostro se me envejeció frente a su espejo
En sus ojos vi reflejada
toda mi niñez
y quise hacer de mi vientre
su última morada.